"Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada (...)
Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete"
Lo encerraron a Martínez de Hoz. Lo primero que se me vino a la cabeza fue la cita de Walsh que va como epígrafe de esta entrada (el primer párrafo). Y una vez más me convenzo de que la Carta Abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh es uno de los documentos más importantes de la historia argentina. No sólo por el estilo y la precisión, por el contexto y la estructura argumentativa, sino también, y sobre todo, por la capacidad programática de la misma. A la luz de los hechos recientes, debo confesar que encuentro una nueva forma de leer esa carta (la cual ya he leído innumerables veces). Una forma extraña, como si fuera atemporal o, mejor dicho, como si fuera contemporánea. La leo como un documento recién salido del horno, que indica los pasos a seguir, lo que hay que hacer más que lo que se hizo.
Por qué digo que la Carta es programática? Porque nos muestra un Programa; de la misma manera que el documento de un Plenario, la Minuta de una reunión, la Plataforma de un Partido nos dicen qué hay que hacer, cuáles son los pasos a seguir o cuál es el programa al cual debemos ajustarnos, la Carta nos dice, desde hace más de treinta años, pero hoy, qué hay que hacer y por dónde empezar.
Me explico. Si seguimos los puntos de la Carta podemos concentrarnos en 4 ejes bien concretos: 1. la censura, el silencio, la desinformación y la tergiversación, es decir, la política comunicacional; 2. la política de desaparición de personas, la tortura y el asesinato; 3. la política económica; 4. la propia voz, el nombre propio (Walsh rubrica con su nombre y número de Cédula de Identidad la misiva, a sabiendas de las consecuencias pero “fiel al compromiso asumí hace mucho de dar testimonio en momentos difíciles”).
Estos 4 ejes bien identificados en la Carta de Walsh son los 4 pilares que hoy sostiene y profundiza el actual Gobierno, pese a lo que muchos quieran opinar en contrario (es como si Walsh nos dijera, hay que ir por la libertad de expresión y la verdad, por los militares asesinos, por los civiles ideólogos de la política económica de aniquilamiento y por la palabra recobrada y el cuerpo en acción): Una Ley de Medios de la democracia, plural, inclusiva; una clara política de Derechos Humanos, donde se enjuicia a los asesinos del pasado para fortalecer el futuro, a través de las Instituciones y de la Justicia; una política económica basada en un modelo productivo más que financiero, inclusivo más que excluyente, con el empleo y la Seguridad Social como banderas y, por último, la posibilidad de hablar nuevamente de política con voz propia, con nombre y apellido, diciendo aquí estamos, éstos somos.
Es como si ese documento, escrito hace más de treinta años, mostrara una nueva faceta y recobrara su actualidad ya no como documento histórico sino como un documento de estrategia para los tiempos actuales. Un pequeño Manual de Acción no sólo para el militante sino también, y sobre todo, para el gobernante.
Una vez más, siento que Walsh está entre nosotros, mirando hacia el frente y diciendo, con la exactitud y precisión de un reloj suizo, “yo les dije, las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas"... yo les advertí...
Coincido en gran parte con tu vision, sobre la claridad y precision de la carta a las juntas, y comparto con que los objetivos que lleva adelante este gobierno como pilares, son los que Rodolfo Walsh reclamo a los genocidas en aquella carta. Creo que esta bien resumida, fundamentalmente, en esos 4 pilares que nombras, y que fueron la nefasta imagen del gobierno militar, reflejada desde los intereses economicos creados por Martinez de Hoz como punto de partida de un modelo aterrador. Abrazo,espa!
ResponderEliminarSomos 2 Espa! (y muchos más seguramente). Abrazo grande
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