Qué es un mapa sino la representación de un territorio. Pero todos sabemos que un mapa no es el territorio, del mismo modo que una noticia no es la realidad; sin embargo, utilizamos el mapa como si fuera esa porción de tierra a explorar y creemos en las noticias como si ellas nos debelaran in situ el acontecer del hecho.
Un mapa no es más que una orientación, una guía. A veces, la mano del cartógrafo es más honesta que otras, pero por más que lo desee, el mapa jamás podrá contener la vastedad irregular y silvestre del territorio. La violencia del territorio no puede ser codificada entre líneas y puntos; sus accidentes exceden toda voluntad científica, de la misma manera que lo real, esa brasa que quema la palma de la mano, no puede ser configurada por las letras del tabloide, las imágenes de la TV o los píxeles de la web.
Aquí intentaremos rendir homenaje al anónimo territorio que día a día fluye por nuestras vidas. A sabiendas de que miles de voces lo componen. Una de ellas, claro está, es la nuestra. Sabemos que no podemos, ni lo deseamos, convertirnos EN la voz que venga a poner justicia al territorio silenciado. No, al fin y al cabo, nuestras palabras eligen este medio, este campo de batalla, puesto que nuestra tarea es la de disputar, en esta dinámica contienda del S.XXI, el trazo más fiel a la oralidad de los lugareños. Somos cartógrafos, exploradores, agrimensores buscando una planicie y mirando a las estrellas. Queremos hacer nuestro camino...
Para terminar y retomando lo que decía: el mapa no es el territorio, es cierto, pero no todos los mapas son lo mismo.
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