¿Qué pueden esconder las declaraciones de Sanz, el presidente de la UCR? Digo, porque no puede haber sólo una lectura de lo que esconden esas palabras. Hay, por cierto, muchas lecturas que se van superponiendo como capas geológicas. Observar, analizar y estudiar cada capa te permite saber algo más de tu objeto, aprehenderlo con mayor fidelidad. De hecho, esas palabras hoy ya dejaron de ser de Sanz, vocero incontinente de una casta (para seguir pensando en capas) específica, delimitada, para ser justamente de todos aquellos que en su fuero interno resuelven sus conflictos de la misma forma, diciéndose a sí mismos: “el otro, el del márgen, amenaza lumpen de mi forma de vida, no quiere trabajar, no quiere ir a estudiar, sólo quiere drogarse, cortar las calles y que todo le venga servido en bandeja”, son unos “indígenas, unos salvajes”.
Pensar lo que dijo Sanz como una expresión aislada es un craso error que no nos podemos permitir. Como tampoco nos podemos permitir pensar que quien lo dijo es un “troglodita”. Sanz no está aislado y no es un troglodita. Que lo que dijo no me guste o que crea que no resiste un análisis empírico ni teórico, no me caben dudas. Pero me parece que estas frases hay que ponerlas en su marco justo. Sanz, cuando dice lo que dice, se convierte en la voz de un proyecto, de modo de ver el mundo. Por eso, decir que está aislado es no reconocer que este proyecto existe (el que conforman las Empresas de Telecomunicaciones, de la Agroquímica, agroindustria, Macri, De Narváez, Carrió, ect.) y decir que es troglodita es pensar que esas frases no se encuentran sustentadas por un trasfondo teórico, metodológico y, por supuesto, ideológico.
Me parece que devolverle a esas frases la fuerza programática que tienen (más allá de lo que haya querido decir Sanz; me parece que son las palabras las que hablan a través de él y no él a través de las palabras) es devolverle su real espesor, su verdadero grado de amenaza.
No me interesa discutir sobre el contenido lineal de esas palabras (obviamente estoy en total desacuerdo con la afirmación de Sanz por muchos motivos, pero no es eso lo que me interesa pensar en este momento en particular ya que muchos se han ocupado de refutarlo); lo que me interesa es no perder de vista que esas frases, esas palabras lanzadas desaforadamente por la radio, son una plataforma de acción para un proyecto de país real, es decir: posible. Quizá ahora algún floreado comunicador o experto en marketing político mesure y administre mejor las bocanadas acústicas de este señor, pero lo cierto es que ese especialista nada podrá hacer con el fondo de la cuestión (esa puerta está cerrada para él): dentro del plan de país que se viene (si esta gente accede al poder), está claro que una de las premisas o ejes será el desarme de todo lo que hasta aquí, en materia de seguridad social, se ha hecho. Zapatero al lado de éstos es Robin Hood.
Como dijo Diego Bossio, el Director Ejecutivo del ANSES: "Para el presidente de la UCR la pobreza se combate dándole dinero a los ricos, porque los pobres no saben administrarse"
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